Combate ritual entre dos celtíberos justo antes de la batalla que daría comiendo a la segunda Guerra Celtíbera, en la que se enfrentarían Segeda y Numancia, contra Roma (izquierda).
Una vez más, nuestras ansias recreacionistas nos han llevado hasta Mara, pequeña localidad de la provincia de Zaragoza en la que ya estuvimos este año con motivo de los
Idus de Marzo. Pero pese a su escasa población, la fiesta es grande, variada, enriquecedora, ilustrativa y muy divertida. En esta ocasión pudimos visitar el enorme yacimiento de
Segeda de la mano del jefe de arqueólogos, quien con la ilusión que caracteriza a quien le apasiona y disfruta de su trabajo, nos explico de forma pormenorizada todo aquello en lo que se trabaja o ha trabajado, al igual que respondió a todas nuestras innumerables dudas. Destacamos la
Piedra angular y la bodega que con el más escrupuloso detalle se ha reproducido siguiendo los restos arqueológicos, con la determinación de terminar produciendo buen vino, empresa arto difícil...
¡por algo mezclaban el vino con agua!.
Además de la visita guiada, pudimos disfrutar de un concurso de cocina histórica, teniendo que reproducir o inventar recetas con los productos que en el siglos II A.C. podían estar disponibles. También y ya enfocado a un público más infantil, dispusimos de taller de pintura o confección de pulseras con cuero, aunque este último fue aprovechado por alguno de nuestros componentes.
Representación teatral de Vulcanalia (izquierda).
Ya por la tarde y después de las ya tradicionales migas con las que nos sacia la organización, se lleva a cavo la representación teatral. En ella se muestra al público las razones que llevaron a Roma a declarar la guerra a esta ciudad y la destrucción de la misma, aunque le costaría muy caro a la república italiana. Y es que en dicha representación, también se reproduce la batalla en la que las legiones cayeron en la trampa que Karo, general celtíbero, les tendió con la posterior retirada de los Hijos de la Loba. Curioso fue vernos a tres de nuestros componentes ataviados con el uniforme de la época y combatiendo en nombre del senado romano, cuando más bien acostumbramos a luchar contra este.
De igual modo disfrutamos de un ritual de casamiento con su correspondiente baile en torno al árbol de la vida y las cintas de color, aun presente en nuestro folclore, el enterramiento del general karo, las discusiones políticas que decidirían la huida de la ciudad hispana, o la proclamación del día 1 de Enero como comienzo del año por parte del senado romano, para facilitar el alistamiento de tropas, ante tan complicada y lejana campaña en tierras inhóspitas.
Momento del combate entre los dos componentes del grupo.
Por nuestra parte y tras ver la buena disposición de nuestros componentes hacia la honda, quisimos complementar las actividades matinales con un taller en el que podías trenzar tu propia arma, para a la tarde, practicar a campo abierto, siempre bajo la vigilancia de los padres, por supuesto. Esta iniciativa tuvo una gran acogida, y nos mantuvo gran parte de la mañana rodeados de ilusionados niños y padres ávidos de recordar tiempos pasados.
Y por último y tras participar en la gran obra de teatro, nos enfundamos nuestras mejores galas bélicas e hicimos una demostración de combate individual. Como siempre y lamento la falta de modestia, la veracidad y brutalidad de un combate con grandes dosis de contacto físico, terminó con la felicitación de los asistentes. Y como ya acostumbramos, tras la lucha, invitamos a los niños (con más o menos canas) a pelear con nuestras espadas.
Solo me queda agradecer a la organización la invitación, la confianza depositada y las atenciones, así como su amistad. Señalar también que podeis ver el extenso y magnífico reportaje fotográfico que nuestros fotógrafo realizó en calacaflaca.blogspot.com ¡Hasta Idus de Marzo 2011!