Llamado por nuestros amigos de Athenea Promakhos, nuestro legionario acudió a Zaragoza para mostrar algunos aspectos del pasado de la ciudad. En concreto, el encuentro celebrado en la mismísima plaza del Pilar, mostró a los maños algunos elementos cotidianos y castrenses de sus antepasados, desde los íberos y sus primeros contactos con las expediciones comerciales griegas que llegaban remontando el Ebro, a la romanización y fundación de Cesaraugusta.
El evento promovido por el ayuntamiento, contó no solo con nuestra presencia y exposición de nuestro equipamiento, sino actuaciones teatrales y una demostración del ejército romano, en la que explicamos la evolución histórica que sufrieron los legionarios a lo largo de los 1000 años de Reino, República, Imperio y caída de la ciudad eterna. Estas se celebraron por la mañana en la plaza y por la tarde en el museo del Forum.
A continuación, un vídeo con unos segundos de la introducción al ejército romano:
El evento promovido por el ayuntamiento, contó no solo con nuestra presencia y exposición de nuestro equipamiento, sino actuaciones teatrales y una demostración del ejército romano, en la que explicamos la evolución histórica que sufrieron los legionarios a lo largo de los 1000 años de Reino, República, Imperio y caída de la ciudad eterna. Estas se celebraron por la mañana en la plaza y por la tarde en el museo del Forum.
A continuación, un vídeo con unos segundos de la introducción al ejército romano:
Por parte íbera, estuvieron los también amigos Ositanos, quienes mercadearon con nosotros en las actuaciones teatrales y desplegaron una serie de utensilios domésticos de magnífica factura y veracidad, como molinos manuales y telares. También disfrutamos de la cocción de vasijas de arcilla en un horno construido en plena plaza y que fue abierto al final de la jornada con gran éxito.
Ya desde lo personal, fue una experiencia gratificante y divertida, no exenta de anécdotas. Los niños siempre son los mejores y nos dejaron frases para el recuerdo: mama, yo sigo pensando que no son humanos... ¿y tu por qué mataste a Jesús?... En algunos instantes nos pudimos llegar a sentir una atracción de feria por la cantidad de fotos en las que tuvimos que posar, una y otra vez. Otras veces simples elementos de museo, potenciados por el cordón de terciopelo que nos separaba de la gente. Pero la verdad es que todo aquel que se acercó a nosotros lo hacía con curiosidad, respeto y una sonrisa.
¡Un gran día!
Ya desde lo personal, fue una experiencia gratificante y divertida, no exenta de anécdotas. Los niños siempre son los mejores y nos dejaron frases para el recuerdo: mama, yo sigo pensando que no son humanos... ¿y tu por qué mataste a Jesús?... En algunos instantes nos pudimos llegar a sentir una atracción de feria por la cantidad de fotos en las que tuvimos que posar, una y otra vez. Otras veces simples elementos de museo, potenciados por el cordón de terciopelo que nos separaba de la gente. Pero la verdad es que todo aquel que se acercó a nosotros lo hacía con curiosidad, respeto y una sonrisa.
¡Un gran día!