Vulcanalia 2010, Mara (Zaragoza)

Combate ritual entre dos celtíberos justo antes de la batalla que daría comiendo a la segunda Guerra Celtíbera, en la que se enfrentarían Segeda y Numancia, contra Roma (izquierda).

Una vez más, nuestras ansias recreacionistas nos han llevado hasta Mara, pequeña localidad de la provincia de Zaragoza en la que ya estuvimos este año con motivo de los Idus de Marzo. Pero pese a su escasa población, la fiesta es grande, variada, enriquecedora, ilustrativa y muy divertida. En esta ocasión pudimos visitar el enorme yacimiento de Segeda de la mano del jefe de arqueólogos, quien con la ilusión que caracteriza a quien le apasiona y disfruta de su trabajo, nos explico de forma pormenorizada todo aquello en lo que se trabaja o ha trabajado, al igual que respondió a todas nuestras innumerables dudas. Destacamos la Piedra angular y la bodega que con el más escrupuloso detalle se ha reproducido siguiendo los restos arqueológicos, con la determinación de terminar produciendo buen vino, empresa arto difícil... ¡por algo mezclaban el vino con agua!.
Además de la visita guiada, pudimos disfrutar de un concurso de cocina histórica, teniendo que reproducir o inventar recetas con los productos que en el siglos II A.C. podían estar disponibles. También y ya enfocado a un público más infantil, dispusimos de taller de pintura o confección de pulseras con cuero, aunque este último fue aprovechado por alguno de nuestros componentes.

Representación teatral de Vulcanalia (izquierda).
Ya por la tarde y después de las ya tradicionales migas con las que nos sacia la organización, se lleva a cavo la representación teatral. En ella se muestra al público las razones que llevaron a Roma a declarar la guerra a esta ciudad y la destrucción de la misma, aunque le costaría muy caro a la república italiana. Y es que en dicha representación, también se reproduce la batalla en la que las legiones cayeron en la trampa que Karo, general celtíbero, les tendió con la posterior retirada de los Hijos de la Loba. Curioso fue vernos a tres de nuestros componentes ataviados con el uniforme de la época y combatiendo en nombre del senado romano, cuando más bien acostumbramos a luchar contra este.

De igual modo disfrutamos de un ritual de casamiento con su correspondiente baile en torno al árbol de la vida y las cintas de color, aun presente en nuestro folclore, el enterramiento del general karo, las discusiones políticas que decidirían la huida de la ciudad hispana, o la proclamación del día 1 de Enero como comienzo del año por parte del senado romano, para facilitar el alistamiento de tropas, ante tan complicada y lejana campaña en tierras inhóspitas.

Momento del combate entre los dos componentes del grupo.

Por nuestra parte y tras ver la buena disposición de nuestros componentes hacia la honda, quisimos complementar las actividades matinales con un taller en el que podías trenzar tu propia arma, para a la tarde, practicar a campo abierto, siempre bajo la vigilancia de los padres, por supuesto. Esta iniciativa tuvo una gran acogida, y nos mantuvo gran parte de la mañana rodeados de ilusionados niños y padres ávidos de recordar tiempos pasados.
Y por último y tras participar en la gran obra de teatro, nos enfundamos nuestras mejores galas bélicas e hicimos una demostración de combate individual. Como siempre y lamento la falta de modestia, la veracidad y brutalidad de un combate con grandes dosis de contacto físico, terminó con la felicitación de los asistentes. Y como ya acostumbramos, tras la lucha, invitamos a los niños (con más o menos canas) a pelear con nuestras espadas.

Solo me queda agradecer a la organización la invitación, la confianza depositada y las atenciones, así como su amistad. Señalar también que podeis ver el extenso y magnífico reportaje fotográfico que nuestros fotógrafo realizó en calacaflaca.blogspot.com ¡Hasta Idus de Marzo 2011!

Nuestro equipo: romanos

Pese a nuestro nombre, nuestro grupo como veis no solo lo componemos celtíberos, sino también romanos. En esta sección os intentaremos explicar su equipamiento.

Armadura, lórica segmentata: La típica armadura romana que todos reconoceréis. Son muchos los referentes de este tipo de armaduras que apoyan su diseño y por lo tanto su reconstrucción, desde la Columna Trajana en Roma, hasta los diferentes vestigios que se han encontrado en los limes germanos o en el Muro de Adriano. Esta en concreto se trata de la tipo Corbridge, de 10´5 kg de peso y compuesta por 40 piezas diferentes de acero. Su utilización podría empezar en las guerras civiles que terminarían por encumbrar a Augusto como emperador en las últimas décadas del siglo I A.C. y desaparecería en el III D.C. junto con las dificultades económicas del imperio. Enlace a dibujo detallado.

Casco: Mientras en la república se utilizaría el tipo Montefortino, en la época de Julio Cesar aparecería el Coolus o Gálico. El que porta nuestro legionario sería la evolución de este último, llamado Gálico Imperial. Se caracteriza por sus cejas decoradas, estar fabricado en acero con detalles en bronce y ofrecer especial protección en la nuca, espacio desprotegido por la armadura. A su vez dispone de una "visera" que opondría mas resistencia a los tajos que pudiesen atacar desde arriba al soldado, en especial contra los Dacios y sus temidas espadas a dos manos. Su utilización se daría en los siglos I y II D.C. Enlace a imagen.

Escudo: El "Scutum" es tal vez el elemento más característico del legionario, con el que formaría en centurias cerradas y en caso de ser acosados por proyectiles, en tortuga o "testudo". Sus medidas son de 1´10 metros de alto por 0´90 de ancho si contamos la curvatura y es que esta forma de teja, es tal vez la mayor de sus ventajas, protegiendo tanto el frente como los costados del soldado, desviando y absorbiendo los impactos que contra el portante se lanzan. Su peso ronda los 5 kg y el hecho de ser más bajo que los predecesores celtas o romanos republicanos, es debido a la necesidad de cambiar de formación más rápidamente, o subir con él una escala en pleno asedio. Enlace a imagen.

Espada: La "Gladius" es el arma que más bajas ha causado en la historia militar hasta la aparición de la pólvora, contando por millones sus víctimas. Como muchos sabréis, Anibal se hizo acompañar por gran número de guerreros Íberos a Italia y los romanos aprendieron a temer tanto a ellos, como a sus eficaces espadas cortas llamadas falcatas. Tras la segunda Guerra Púnica, la ya poderosísima república supo copiar este arma y producirla en serie, tanto su tamaño, su modo de empleo y su forja, dando como resultado la "gladius hispaniensis" o espada corta española. La de nuestro amigo se trataría de una versión que podríamos encontrar a mediados del siglo I D.C. aunque en la foto y apoyada sobre el escudo veamos la preparada para el combate SCAB. Enlace a imagen.

El equipo lo completarían unas "caligae" o sandalias, una túnica, un pañuelo, etc... el resto del equipo queda a la espera de poder contar con mayor capacidad económica.

La ciudad que renace del fuego

Izq. Yacimiento de La Caridad, Caminreal (Teruel).
Una de las mayores sorpresas que nos dio el evento de Lugnasad antes comentado, fue la de conocer el yacimiento de la caridad. Una ciudad encontrada por azar y de la que nada se conocía antes de su descubrimiento por la falta de referencias históricas.

En ocasiones, el fuego nos ha privado de muchos conocimientos, como el que asoló Cartago tras ser conquistada por Roma, pero en otras como en Pompeya, ha paralizado eternamente el tiempo y nos permite conocer casi a la perfección la vida de sus habitantes. El caso del yacimiento turolense podría ser una mezcla de ambos.


Tras las guerras celtíberas que terminarían con la toma de Numancia, las tierras de estos bravos guerreros comenzaron una tímida, pero progresiva romanización, potenciada por los servicios militares de sus ciudadanos en rango de mercenarios. Es por esto que la ciudad encontrada, de la que no se sabe su nombre, podría ser el fruto de la concesión de tierras a los guerreros que sirviesen a Roma, en un enclave fundamental para la explotación minera del hierro.


Recreación del armamento encontrado en el centro de interpretación de Caminreal (Teruel)

Pero apenas unas décadas después de su fundación, con un casco urbano ya definido, pero aun no completado, la guerra civil que enfrentase a Sila y Mario en Roma, alcanzó la región. El senado italiano mandaría a Pompeyo a vencer al último rebelde, Sertorio, y en el transcurso de esta guerra, la ciudad que nos ocupa sería tomada a sangre y fuego en torno al año 75 A de C.

Esta conquista de "La Caridad", respondía a la eliminación de un punto estratégico, por lo que tras esclavizar a la plebe, se dio fuego a la ciudad sin atender en demasía a la rapiña. Este hecho nos permite hoy encontrar una población detenida en el tiempo, con las cocinas aun preparadas para alimentar a las familias, las fundiciones a pleno rendimiento y lo más importante, una movilización militar propia de un enclave bajo asedio, siendo común encontrar todo tipo de armamento, destacando el lanza dardos o Scorpio.

La ciudad que apenas si ha sido excavada en dos de sus manzanas, nos habla de la existencia de un urbanismo romano con calles ortogonales y existencia de alcantarillado. Mientras que las casas responderían a la construcción típica de la zona, a excepción de la casa de Likinete, la cual correspondería a alguien de mayor poder social. Esta "domus", sería de planta cuadrangular y giraría en torno a un atrio central e "implubium", siendo sus mayores tesoros los mosaicos encontrados.
Estos mosaicos de pobre factura en comparación a otros muchos, estarían formados por una base de mortero mezclado con polvo de arcilla que le aportaría un tono rojizo, sobre el que se añadirían teselas blancas en forma de greca y composiciones geométricas. Pero si alguno nos sorprende, es el que indica el dueño de la vivienda, quien nos lo hace saber en Íbero y no en latín. Señal de la mayoría de población autóctona y la aun no plena romanización de la península.

Lugnasad 2010, Caminreal Teruel

Izq. Portada del diario de Teruel, con algunos de nuestros componentes ilustrando el evento.



Este fin de semana, hemos tenido la enorme suerte de disfrutar en esta modesta localidad turolense, de una grandísima, reconfortante y realizadora jornada de recreacionismo histórico en torno al llacimiento de La Caridad.

No solo los organizadores se mostraron amables y amistosos, sino también aquellos que viniendo de fuera quisieron compartir la experiencia como nosotros. Especial mención al grupo Athenea Promakhos, quienes nos deslumbraron con su perfecto equipamiento.

Al margen de discusiones con alguna administración local, los organizadores de la asociación de amigos de la estación de Caminreal (a la vez desde el sábado amigos nuestros), organizaron una brillantisima jornada aderezada con una interesante y amena ponencia, una entrañable ceremonia de entrega de téseras, una recreación de unión en matrimonio celtíbero, tiro con arco y honda, etc... la taberna que tampoco falte.


Izq. otra foto que ilustró la noticia, con nuestro legionario preparándose para la acción y el resto de componentes que acudimos.
Nuestra modesta participación se limitó a la exposición de nuestra panoplia y organizar un ligero combate con los participantes. Fue curioso comprobar, como adultos hechos y derechos, recordaban su niñez con amplias sonrisas y brillantes miradas. Compartimos sapiencia, experiencias y técnicas combativas con aquellos ya iniciados y curiosos.


Especial mención a toda la tropa infantil que disfrutó con y de nosotros, al igual que nuestro grupo con ellos.



Todo terminó en una distendida cena de hermandad, uniendo aun más nuestros lazos. Toda una experiencia.